Tiempo de Berrea.
El verano llega a su fin, dejamos atrás la estación de la luz para adentrarnos en las de los colores y contrastes de la naturaleza comenzando así una de las épocas del año preferidas por los cazadores.
A estas alturas del año nuestros montes se llena de los colores y los sonidos que de cada año hacen del otoño una de las estaciones mas bellas. La tierra mojada hace escapar el aroma del calor retenido del verano y los ciervos empiezan su particular lucha por demostrar que son los más fuertes. Llega la hora de exhibir defensas y porte, las hembras solo esperan a los mejores.
Con las primeras lluvias de septiembre, la bajada de temperatura y el descenso de las horas de luz se dan paso al inicio de la berrea. Un espectáculo sonoro donde hay un protagonista, el que para muchos es el rey del monte por su belleza, elegancia y robustez, el venado. Dejan atrás la espesura del monte
acercándose a los grupos de hembras empezando así el ritual de conquista. El silencio del campo es pronto sustituido por los continuos bramidos y el entre chocar de las astas produciendo un sonido singularmente salvaje, que resuena en el monte demostrando así su poder frente a la de sus adversarios.
Los desafíos se suceden sin cesar, la tensión se palpa en cada bramido a donde tras varios días de luchas agotadoras los machos vencedores son los que atraerán a un mayor número de hembras que formaran parte de su harén. En todo combate siempre hay un perdedor que será aquel que no haya podido demostrar su gallardía en la pelea.
Finalmente tras ocho meses de gestación, las hembras parirán a un cervatillo y nacerá así una nueva generación que mantendrá el equilibrio y la población en nuestros montes.
